Aunque no soy muy fan de Ingmar Bergman, ayer me dio por ver Un verano con Monika, y lo cierto es que me gusto. La primera hora es probablemente lo mas hermoso que jamas filmo. Luego empieza el drama y, como siempre, se le va la mano. Pero el conjunto de la pelicula no se resiente, y al final la mezcla de ligereza y dramaqueenismo resulta incluso afortunada, equilibrada.
¡Que pena que no le diera por hacer comedias galantes a la Rohmer o costumbrismo critico a la Chabrol! ¡Cuantas maravillosas peliculas nos hemos perdido por esa obsesion suya con representar los problemas importantes, metafisicos de la condicion humana! ¡Cuantas peliculas pomposas, grandilocuentes, teatrales nos hemos tenido que tragar vendidas como obras maestras del auteur sueco!
Entregaria encantado la Trilogia del Silencio de Dios (o comoquiera que se llame la dichosa trilogia) por esas escenas en las que Monika (Harriet Andersson) se levanta por la mañana, abandona la barca en la que se ha escapado con su novio Harry, da un paseo por la playa, prepara cafe para los dos, se baña desnuda.
El magnetismo de esta chica es salvaje. Creo que, junto a la protagonista del Bob le Flambeur de Melville, es la actuacion mas sexy que he visto.
Yo tampoco olvidare el verano con Monika.
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